domingo, 26 de diciembre de 2010

El problema del capitalismo

Siento que para que mi anterior post se comprenda mejor he de explicar mi punto de vista personal y subjetivo sobre el capitalismo.
Permítame el lector imaginar un mundo en el que cada uno pudiera hacer lo que le gustase, fuera aquello lo que fuera. Cada uno recibiría la educación necesaria para desempeñar dicha tarea, si después de un tiempo descubriera que su vocación fuera otra podría volver a formarse y desempeñar el nuevo oficio que eligiera. En este mundo ideal tendríamos todo tipo de oficios ya que a uno le gustaría plantar y cuidar flores y sería jardinero, al que le gustase conducir sería chófer de la misma forma en la que habría gente a la que le gustase ayudar a otros y estos serian médicos o bomberos. Sin duda habría gente a la que le gustaría inventar cosas que hicieran la vida más fácil al resto de la sociedad, porque al fin y al cabo habrían sido educados desde pequeños con la idea de que vivir en sociedad significa ayudar al resto de gente de su alrededor. En este mundo utópico no existiría el dinero sino que cada uno recibiría todo lo necesario para vivir: comida, casa, ropa, combustibles, accesorios, etc. Todas estas cosas se conseguirían gracias al esfuerzo de sus semejantes que también recibirían lo mismo. Habría gente que necesitaría comer más por su complexión y estos recibirían tanta comida como la que necesitasen al igual que la gente más friolera recibiría más combustible para calentarse. Nadie abusaría del sistema, en parte por su educación y en parte porque ¿para qué acumular combustible por ejemplo si cuando necesitas recibes todo el que necesitas? Estoy seguro de que con un poco de imaginación el lector sabrá imaginar este mundo más allá de lo que yo puedo describirlo con palabras.
En el extremo opuesto tenemos la sociedad capitalista actual en la que todo gira en torno al capital. El dinero pasa de ser un simple medio de intercambio al objetivo mismo de la vida de los integrantes de la sociedad. Todas las actividades de una u otra forma y prácticamente todas las motivaciones o bien se centran en acumular capital o bien están condicionadas por él.
Ahora bien, dados los dos modelos hagamos una vez más un ejercicio de imaginación y pensemos cómo evolucionaría cada uno de estos modelos a largo plazo y cuál de los dos es el mundo en el que nos hubiera gustado nacer...
En el mundo ideal la tecnología evolucionaría de forma mucho más rápida, tendríamos curas para todas las enfermedades conocidas y para la mayoría de aquellas de reciente aparición ya que la comunidad investigadora aprovecharía el talento y la energía creadora de cada uno de los individuos de la sociedad. En el segundo modelo sólo una pequeña parte de estos individuos podría llegar a investigar ya que una parte de ellos realizaría trabajos aburridos y alienantes, otra parte se dedicaría a utilizar su imaginación y su creatividad para ganar dinero a costa de otros y por último tan sólo un pequeño porcentaje llegaría a dedicarse a la investigación tal como lo harían en el primer mundo.
Siguiendo los mismos argumentos, en el mundo ideal, el arte se desarrollaría y se apreciaría de forma mucho más rápida e intensa.
El lector emprededor o empresario, quizás asustado, se pregunte por su sitio en este mundo... Si pertenece a la categoría de gente que realmente gestiona aportando valor, esto es, si por dirigir él un equipo de diez personas estas rinden como si fueran doce, haría exactamente lo mismo en el mundo ideal, si por el contrario su liderazgo no aportara valor, estoy seguro de que habría elegido alguna otra profesión con la que seguro se sentiría mucho más realizado.
En el mundo ideal las guerras no tendrían sentido ni los ejércitos y seguramente tampoco la policía, porque al fin y al cabo ¿por qué pelear si tienes todo aquello que necesitas?
Pero no vivimos en este mundo ideal... es más lo consideramos utópico, imposible, quizás aberrante. Nos parece que lo normal es que intentemos ganar la máxima cantidad de dinero sin importar a quién le quitamos este dinero, porque no olvide el lector que para que alguien pueda ganar más alguno o algunos tienen que perder ese dinero... Muchas veces justificamos nuestros sueldos argumentando que tenemos mucha experiencia o que trabajamos muy duro o incluso los he oído que lo justifican diciendo que ellos asumen grandes riesgos... Y me pregunto, acaso una persona de mi edad que haya trabajado en una mina desde los 7 años, ¿de verdad se lo merece menos? ¿tiene menos experiencia que yo? ¿trabaja menos horas? ¿quizás trabaje en condiciones mejores? ¿quizás asuma menos riesgos? Definitivamente no. Simplemente no ha tenido la suerte de nacer en un país de los que se consideran desarrollados. ¿Acaso la gente con más dinero que yo son mejores o aportan más a la sociedad? Seguro que al menos algunos no lo son, seguro que al menos algunos no aportan ni aportaran tanto como yo a la sociedad. Me atrevería a decir que el que un niño nazca en una familia muy rica incluso puede perjudicar terriblemente a la sociedad: quizás sus características genéticas le otorgaban el potencial de genio pero al no existir ningún estímulo, ninguna motivación para el desarrollo de su genialidad, finalmente la sociedad se ve privada de su talento creador.
Me atrevería a ir aún más lejos y decir que el mundo ideal es mucho más natural que el mundo en el que vivimos... fíjese el lector en la abejas, en las hormigas, en los lobos o en los delfines. Son seres sociales y como tales viven y se desarrollan juntos en armonía ayudándose los unos a los otros en fin colaborando.
Lo que me parece paradójico es que inclusive existen empresas de gran éxito en las que los modelos organizativos del mundo perfecto funcionan y dan resultados sobresalientes: la gente se organiza en grupos de trabajo se ayudan los unos a los otros, trabajan cuando sienten que aprovecharán al máximo su intelecto, cuando necesitan desconectar o reflexionar lo pueden hacer libremente...

En definitiva el problema parece consistir en que la cantidad de dinero ganado o poseído, o lo que uno puede pedir o comprar a la sociedad con este dinero, está completamente desligado de lo que el individuo aporta a la sociedad. Y este desequilibrio es un problema tan profundo y tan arraigado que inevitablemente hará, antes o después, que la sociedad tal y como la conocemos desaparezca o se reestructure. Es tan injusto, si se quiere, como el hecho de cobrar lo mismo tanto como si trabajas como si no, cosa que sucedía y se consideraba como uno de los grandes problemas del comunismo.

2 comentarios:

  1. Tus ideas y planteamientos son esperanzadores frente a millones que asumieron la consigna de: "El capitalismo ha triunfado" y abandonaron estas reflexiones e incluso abandonaron la lucha por cambiar el mundo. Los animales se adaptan al medio, el hombre lo transforma, cada cual que se sitúe donde quiera. El comunismo científico sigue desarrollándose y han fracaso en el intento de desterrar para siempre la idea del comunismo de la Tierra.
    De momento sólo puntualizar que de los dos mundos que describes y dejas la libre elección de dónde quiere uno nacer, pienso que una gran diferencia entre estos dos mundos es que uno ya estaba establecido y dominaba mientras que el otro hay que construirlo, hacerlo porque no se hace por sí sólo. Osea que viene por revolución no por evolución histórica, necesita de la conciencia transformadora y ahí es donde erraron los países socialistas europeos en no tener suficientemente en cuenta al sujeto constructor del nuevo mundo, al factor subjetivo.
    Jucheano

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  2. Bastante mejor argumentado, bastante más amplio, pero al fin y al cabo transmitiendo las mismas ideas: http://www.youtube.com/watch?v=4Z9WVZddH9w&feature=player_embedded#, la última entrega de Zeitgeist.

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