jueves, 23 de diciembre de 2010

RE: Los rumanos piensan que si no hubiera habido "revolución" hoy vivirian mejor

En respuesta a la pregunta de un amigo sobre lo que pensaba sobre el artículo Los rumanos piensan que si no hubiera habido "revolución" hoy vivirian mejor no se me ocurrió otra cosa que responder... y claro, como mi respuesta es un poco larga, tuve que abrir un blog:



Lo irónico es que cuando Ceausescu dijo: "Esto es un ataque perpetrado por fuerzas extranjeras desde el este y el oeste que intenta desestabilizar el país" todos pensamos que el hombre estaba senil. Es triste que veinte años después resulte que llevaba razón, que sabía lo que estaba pasando y que además se nos pudiera engañar...

Cierto es que quizás no hubiera libertad de expresión, no la había, existía el miedo de ser detenido por expresar opiniones en contra del régimen. Es cierto que era muy difícil salir al extranjero. También es cierto que había unas colas enormes para comprar carne y que plátanos o mandarinas sólo podías comprar una vez al año y eso si tenías suerte... Es cierto que la identidad personal se intentaba diluir por los uniformes y los mismos modelos de ropa, muebles, coches y prácticamente cualquier otra cosa que pudieras comprar. Igualmente es cierto que era imposible tener éxito, tal como el éxito es entendido en la sociedad capitalista: por bueno que fueras no ibas a tener jamás ni un mercedes, ni ibas a dejar de trabajar... Quizás por todas estas razones, lo más triste de todo, es que la sociedad rumana del '89, con un nivel de estudios muy superior a la española o a la americana de esa misma época, se dejó engañar y fue engañada de la manera más cruel posible: se le arrebató la lengua, la cultura, la tierra, los valores y el orgullo pensando que en vez de perder algo ganaría libertad.

Cada vez que voy a Rumanía y pongo la tele aún resuenan en mi cabeza un eslogan que repetíamos una y otra vez en la "revolución": "no venderemos nuestro país". Debo ser de los pocos que lo recuerdan porque ahora lo han vendido todo: fábricas, tierras, bosques, cultura, hasta la dignidad y el honor se han vendido... y que baratas se vendieron todas estas cosas... desde las flotas enteras que se vendieron por una centésima parte de su valor, hasta a sus hijas que se llevan prostituyendo por sumas ridículas por todas las esquinas de Europa desde hace quince años.

Los hay espabilados que se han adaptado y son ellos los que roban en sitios como España donde en el poco probable caso de ir a la cárcel están tan bien que lo llaman "El Hotel". También los hay que se han quedado en Rumanía y han sabido adaptarse a los nuevos cambios sociales y políticos que han aprendiendo que teniendo escrúpulos se muere literalmente de hambre y frío y de formas más o menos sencillas de justificar para sus conciencias, aprovechándose del resto de la sociedad ahora son ricos.

Todo esto es cierto... pero lamentablemente nada es gratis y aparentemente cuando de lo que se trata es de cambios sociales el precio lo paga la sociedad:

Ahora en teoría existe libertad de expresión pero da igual porque como todo el mundo tiene una opinión la opinión no importa. Digo en teoría, porque el otro día me dediqué a preguntar a unas veinte o treinta personas diferentes de entre mis amigos y conocidos qué opinaban sobre poner un mirror de Wikileaks, no en Rumanía, sino aquí en España y TODAS las respuestas fueron: "mejor no". De forma que ahora, en España, la gente no sólo es consciente de que opinar sobre algunos temas está prohibido, sino que además lo aceptan...

Salir al extranjero, en fin, como español te puedes ir a cualquier lado y también como rumano, lo malo es que no suele haber dinero para hacerlo...

Comprar carne, plátanos y mandarinas ya no es un problema en Rumanía en cualquier época del año... eso si tienes dinero. Comprar tomates tampoco lo es y ya no se hacen colas, se importan de Australia y de Holanda, porque en Rumanía y en España aparentemente no debe ser rentable... para aquellos que los venden seguro que no lo sería. Pero volviendo a los tomates y a la carne tanto en un lado como en el otro cada vez cuesta más comer un tomate con sabor a tomate y un filete de ternera que al ponerlo sobre una plancha no salga hervido por la cantidad de agua que tiene... Todo sea dicho, a veces es una cuestión de dinero, porque si tienes treinta o cuarenta euros para pagar por el kilo de carne y algo de suerte puedes conseguir carne como la que conseguías haciendo cola una hora en Rumanía hace veinte años.

Identidad personal, personalidad y estilo ya no le faltan a nadie... Ahora la compras, se llama Armani o Versace. Al menos eso es lo que consideran los hijos de aquellos que hace veinte años murieron en la "Revolución", por la "Libertad". El problema es que los conocimientos, y no me refiero a los diplomas, no están a la venta, tampoco las ansias de conocimiento, ni el gusto por las matemáticas ni por las partidas de ajedrez, ni las discusiones filosóficas alrededor de una fogata en las montañas después de un día de caminata por aire limpio. Ahora las discusiones giran en torno a cómo ganar dinero.

El Rumano, la lengua más cercana de las vivas al latín, se castiga y se distorsiona tanto, por analfabetos pedantes que creen saber inglés o español, que resulta grotesco escucharlo.

Los bosques han sido vendidos y talados. Bosques tan densos que entre los árboles no se veía la luz de sol, ahora sólo son troncos a un metro del suelo, junto a las ramas... porque como en Rumanía un árbol es tan barato que no vale la pena ni aprovecharlo entero. Al ver algunos paisajes la única palabra que se te pasa por la cabeza es pillaje.

Pero lo que realmente es dramático no son los árboles talados sino los espíritus. Lo dramático es conocer un niño de catorce años en Madrid que se dedica a robar desde los doce, que conoce las palizas de los vigilantes impotentes antes los hurtos continuados, de este o aquel gran centro comercial, que también conoce muy bien los calabozos de todos los cuarteles de la Guardia Civil de España. Lo dramático es que este niño es un caso perdido, un producto de esta nueva sociedad en la que vivimos, la sociedad por la que algún pariente suyo salió a la calle o murió en el '89, alguien que jamás se integrará, alguien que no aportará nada, alguien cuyo comportamiento alentará expresiones como "rumano de mierda". Lo dramático es que ya no llevo la cuenta de las veces que en estos 20 años me ha dado vergüenza haber nacido en Rumanía o hablar rumano... hace algunas semanas incluso sostuve que yo era español. Que vergüenza sentiría de este yo actual el yo de hace 20 años, que vergüenza.

Y todo esto ¿para qué? para que la en Rumanía pudiera haber gente conduciendo Aston Martins? Para que en España a la pregunta de ¿qué te gustaría hacer antes de morir? la gente respondiera que tirarse en paracaídas o hacer un crucero... en la Rumanía de hace 25 años los niños de 10 años debatían si era viable o no descubrir el "Perpetuum mobile" o sobre como hacer cerebros artificiales, daban charlas en la tele sobre la influencia de las nuevas tecnologías en la vida. En la Rumanía de hace 25 años, había cursos gratuitos de programación, en los que cada alumno del aula tenía un ordenador, había cursos de aeromodelismo en los que las piezas también eran gratuitas o cursos de música en los que el violín o el piano venía también gratis... En esa Rumanía sin libertad todo el mundo tenía trabajo y dinero para un par de semanas de vacaciones en las montañas en invierno y otro par de semanas en verano. En esa Rumanía, dónde desde los 8 años los niños participaban en concursos de matemáticas, física, idiomas, música, programación o deporte cuando terminaba el curso escolar la gente se moría por conseguir el primer premio... es lo que sucede cuando el reconocimiento hay que ganarlo en vez de comprarlo.

¿Fue esto una revolución? Ya lo creo que fue, en el sentido de que se destruyó lo anterior por algo nuevo... pero comparando al niño de catorce años que roba por los supermercados españoles con aquellos que crecían hace veinte o veinticinco años en Rumanía, uno recuerda que existe otra palabra: INVOLUCIÓN.

Una vez más diré que soy español y os lo digo porque cada vez que veo señales de los cambios producidos en Rumanía, aqui en la que ahora es mi casa, España, se mi ponen los pelos de punta y me hierbe la sangre... ¡estad alerta!

9 comentarios:

  1. Hola Oblio

    Me ha parecido excelente tu resumen sobre los acontecimientos y la vision que hay sobre ellos 21 años despues. Si me permites, te hago publicidad y lo reproduzco en mi blog

    Saludos desde Bucarest

    JL

    ResponderEliminar
  2. Es muy interesante conocer la opinión de primera mano de un rumano. la dictadura media´tica capiatalista siemre nos ha adoctrinado con el malvado socialismo. Cualquier cosa wque esciobas sobre cómo era la vida antes y que piensan muchios rumanosahora es muy valiaosa para los esañoles.

    Sería deseable que los trabajadores rumanos, y por supuesto tbn los españoles, retomasen el intere´s por el socialismo, corrigiendo sus errores.

    Saludos marxistas

    ResponderEliminar
  3. Hola Oblio. Tu primer post es muy interesante. Blogs como el tuyo son muy necesarios para entender lo que ha pasado (y está pasando) en el Este de Europa. Un territorio sometido por veinte años al saqueo y el latrocinio por parte de las "democracias occidentales". Un saludo desde Kaunas.

    ResponderEliminar
  4. Buen comentario, claro y contundente. Conozco a moldavos con pasaporte rumano y les pregunto que como es posible que un pueblo como el Rumano haya consentido llegar a donde están, pobreza, sueldos míseros, decadencia cultural...siempre he idealizado al antiguo bloque sovietico como naciones con un orgullo y una conciencia ideológica elevada, pero eso fue una visión particular mia y ahora se ve. Volver a la copia imposible,rectificar los errores y empezar a construir el socialismo urgente y necesario.

    ResponderEliminar
  5. Estimado Oblio,
    Gracias por tu valiente comentario el cual me ha conmovido profundamente y ha llegado a provocar alguna lágrima.
    Yo era de los que en aquella época advertía de lo que ahora está pasando, no, no soy más listo que nadie, sólo que tenía la ventaja de vivir ya dentro del capitalismo y conocer el socialismo.
    No te avergüences de tu nacionalidad, no hay motivos, nunca os sintáis engañados por los que son maestros del engaño y la mentira, llevan siglos haciéndolo y son maestros.
    Tus pensamientos dan alas y moral para confiar en que un mundo mejor es posible y realizable.
    Rumanía resurgirá de sus cenizas, no lo dudes y debes saber que desde España admirábamos la Rumanía socialista y nos alentaba. ¿Sabías que la única emisora de radio que informaba a los españoles durante el franquismo emitía desde Bucarest? Se escuchaba clandestinamente bajo pena de arresto y era la única forma de saber qué pasaba tanto dentro como fuera de España. Estamos en deuda con vosotros, esta es tu casa amigo, Rumanía fue el país que financiaba la única luz de esperanza que nos llegaba cuando Moscú nos abandonó.
    ¡Gloria al hermano pueblo rumano! esta también es vuestra patria porque la hicísteis posible.
    Jucheano.

    ResponderEliminar
  6. ¡Gracias por vuestros comentarios!

    He traducido un par de poemas de Adrian Paunescu, el primero una autocrítica al pueblo rumano después de la "revolución". Vagabundos sobre la llanura ovejuna

    El segundo post, es un poema que lamenta la muerte de Nicolae Ceausescu. Llanto por el viejo

    Los dos creo que dan la opinión, de alguién como Adrian Paunescu, sobre lo que sucedió y sobre la situación de Rumanía, posterior al '89.

    ResponderEliminar
  7. Muy interesante todo lo que narras y completamente cierto pero, una pregunta: ¿Los niños participaban en concursos de programacion?. ya se que lo hacian en concursos de matematicas, lengua ,etc... pero de programacion?

    ResponderEliminar
  8. Un albanés piensa lo mismo sobre el socialismo en su país. Aquello aunque fue hace tantos años, era el paraíso comparado con la barbaridad de ahora, en pleno siglo XXI

    ResponderEliminar